Las empresas ya pueden declarar las ventas del cereal al exterior para el ciclo 2018/2019.
El fuerte crecimiento en la producción de trigo, que ya lleva dos campañas con cosechas que superaron las 17 millones de toneladas, corre en sintonía con el incremento de las exportaciones del cereal. Con la meta de facilitar la operatoria para las ventas globales del cultivo, el Ministerio de Agroindustria ya abrió el registro de declaraciones juradas de venta al exterior (DJVE) para la campaña 2018/19.
Lo informó esta semana la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios. “La medida tiende a facilitar la fluidez de las ventas del cereal argentino al mercado internacional, las que muestran una tendencia creciente desde el inicio del ciclo 2016/17”, destacaron desde la cartera agropecuaria.
De esta forma, las empresas exportadoras del cereal ya pueden registrar las DJVE de trigo de la futura campaña, que aún no se comenzó a sembrar.
“Adelantar el registro de las declaraciones juradas también permitirá contar con información actualizada de la actividad exportadora con relación al nuevo ciclo 2018/19, complementando la información sobre las compras de trigo que dicho sector viene declarando en forma semanal”, explicaron desde el Ministerio de Agroindustria.
A la fecha, ya hay registradas DJVE de la campaña 2017/18 por 8.277.387 de toneladas, con compras declaradas al 14 de marzo para la misma campaña por 9.153.200 de toneladas, y embarques al 20 del mismo mes, por aproximadamente 7 millones de toneladas.
Es que el 60% del trigo argentino, aproximadamente, se exporta y en la última campaña, que se terminó de cosechar en enero, se trillaron 17,5 millones de toneladas en un área sembrada de 5,4 millones de hectáreas. El rendimiento promedio alcanzó los 33,4 quintales por hectárea, según las estadísticas de la Bolsa rosarina.
La apertura del registro facilitará la concreción de negocios FOB futuros y la generación de compras de cobertura en el mercado interno, posibilitando un mejor planeamiento del sector productivo a la hora de ir calculando márgenes y la compra de insumos para una campaña que también dependerá de que retornen las lluvias -luego de una grave sequía-, una vez que el fenómeno de La Niña se debilite.