El analista Ignacio Iriarte comenta los impactos de la falta de pasturas en la oferta ganadera para faena y para invernada y comenta los efectos posibles en la producción y en el mercado.
Serán meses de alta oferta de ganado, tanto de gordo como de invernada. Se espera un semestre difícil, con pocas reservas y poco pasto diferido. Es probable que por unos meses crezca la faena (5/10%), que bajen los precios reales del gordo y de la invernada y que durante ese período crítico suban al mismo tiempo el consumo y la exportación. Si el invierno es benigno, estos efectos se moderarán, pero si el invierno es frío y seco, dado el punto de partida con que se encara, los efectos pueden agravarse.
Cuanto más duro sea el invierno mayor será el rebote –en la baja de oferta y en la suba de precios- al que asistiremos luego. Los criadores podrían esperar ya para septiembre-octubre una recuperación en los precios de la invernada mientras que el gordo deberá esperar unos meses más, hasta que termine de salir de los feedlots toda la hacienda que se encerrará inexorablemente en los próximos meses.
En el corto plazo se pastorean maíces, sorgos, sojas y hasta girasoles, se adelanta la comida de los silajes y se consumen rollos cuyo uso estaba previsto para mucho más adelante. Se trata de aprovechar los cultivos fallidos y de ir ganando kilos para poder vender los animales lo antes posible con el peso mínimo de faena. Muchos de los que hacen novillos en los próximos meses venderán más liviano que lo acostumbrado.
En el corto plazo los criadores adelantan los tactos y apuran la vacunación para sacar los destetes que más livianos que hace un año, todavía están en buen estado.
Es razonable espera que tengamos en los próximos dos meses una altísima oferta de invernada, este año será contados los criadores que podrán retener el destete para vender escalonado o para recrían o para sacar un ternero más pesado fuera de estación.
El criador está vendiendo o va a vender una proporción muy alta de su destete y muchos que tiene terneros y maíz prefieren vender la invernada y guardarse el maíz cuyos precios creen que puede seguir escalando el próximo invierno.
Los feedlots que están ocupados unos seis puntos porcentuales por arriba de marzo de 2017 se están llenando rápidamente. Cuando más avance el destete y los corrales se vayan llenando mayores serán las posibilidades de que el feedlot le ponga precio y plazo al ternero. Hoy compran los corrales, pero todavía también compran ganaderos que tienen granos o reservas o que están bien de campo y hacen apuestas a la ganadería “post-seca”.
Fuente: FIFRA