La campaña 2017/18 se presentó con elevadas temperaturas y un marcado déficit hídrico que complicaron el normal desempeño de las labores a campo. No obstante, estas condiciones ambientales que aumentan las probabilidades de pérdida al momento de la cosecha se pueden reducir siguiendo las recomendaciones técnicas del INTA.
La pérdida principal (aproximadamente 70 por ciento) durante la cosecha de soja se origina en la plataforma de la cosechadora. Los dos grandes responsables son el sistema de corte y el molinete.
El molinete tiene la función principal de sostener a las plantas por la parte aérea en el momento del corte, siendo el otro punto de fijación el sistema radicular. Cumple también la función de acompañar a las plantas hacia el sinfín para que este las transporte al acarreador y de allí finalmente a la unidad de trilla.
El ingreso de las plantas a la plataforma se produce de manera continua, casi sin intervención del molinete en un cultivo con buena cantidad de plantas en la línea y desarrollo normal.
El inconveniente se presenta cuando las plantas tienen un escaso desarrollo debido a una limitación en el crecimiento. Esta situación es común encontrarla en la campaña actual, debido a la sequía extrema. Por ello, la AER Crespo del INTA brinda algunas recomendaciones para la regulación de la cosechadora, de manera de minimizar las pérdidas.
Cuando las plantas no tienen el desarrollo normal, caen sobre el flexible luego de ser cortadas por la barra de corte y no se desplazan de manera fluida hacia el acarreador. Una alternativa para mejorar la alimentación fluida del acarreador y posterior trilla es el corte sesgado con un ángulo pequeño. Esto contribuye a la alimentación continua ayudada por la velocidad de avance de la máquina.
Es común observar que por problemas de alimentación se escuchan los característicos golpes del cilindro de trilla, lo cual está indicando que la trilla no es continua. Cuando ocurre esto se suceden situaciones de exceso y falta de trilla y, como consecuencia, bajo estas situaciones aumentan las pérdidas por cola. A su vez, mucho de todos estos inconvenientes se solucionan evitando los “montones” de plantas cortadas en la plataforma.
Otra posibilidad para aumentar la alimentación es colocar gomas en el molinete que contribuyen a empujar a las plantas recién cortadas para que puedan ser transportadas por el molinete. Estas gomas se colocan a modo helicoidal, colgadas de los barrales del molinete a través de flejes de chapa y se fijan a los dientes a través de precintos plásticos.
Las gomas pueden ocupar el espacio equivalente a dos o tres dientes de ancho y deben ser más largas que los dientes (aproximadamente 10 centímetros), para que peine la barra de corte y tenga mayor capacidad de empuje del material cortado. Por su ancho, las gomas pasan por arriba de las guardas sin afectar las secciones de corte.
Por Enrique Behr/INTA