Hay también probabilidades del regreso de La Niña a partir de la primavera.
Este fenómeno está afectando ahora a los cultivos de Estados Unidos.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires publicó su pronóstico estacional en relación a los cultivos argentinos en el que destacó que “el clima se encuentra en un nivel cercano a lo normal pero con algunos rasgos de inestabilidad.
El informe elaborado por el ingeniero agrónomo especializado en climatología, Eduardo Sierra, detalló que “el enfriamiento del Océano Pacífico ecuatorial disminuyó considerablemente, asumiendo un estado neutral levemente frío. Paralelamente, el Océano Atlántico Sur se calentó debido al avance hacia el sur de la corriente marina cálida del Brasil, mientras la corriente marina fría de Malvinas retrocedió hasta casi desaparecer”.
Este proceso fue potenciado por la descarga de aguas calientes procedentes de la alta cuenca de los grandes ríos Paraná y Uruguay, que vierten su caudal en el río de La Plata. De mantenerse esta combinación de factores, la campaña 2018/2019 podría desarrollarse en un escenario climático mucho más cercano a lo normal que el registrado durante la campaña precedente”, apuntó.
Hasta ahora se proyectó que “el régimen de lluvias mantendría un nivel cercano a su promedio histórico, aunque con una marcha algo irregular. Lo mismo sucedería con el régimen de temperaturas que, aunque incluiría numerosas entradas aire polar, que se prolongarán hasta bien entrada la primavera, las mismas no asumirían intensidades capaces de causar daños de consideración”.
Invierno
La circulación entre el Ecuador y el Polo Sur continuará muy activada. Por un lado, los vientos del trópico causarán períodos templado/cálidos de cierta duración y aportarán humedad para la producción de precipitaciones algo superiores a la media estacional.
Perú, Bolivia, el este del NOA, la mayor parte del Paraguay, el sur del área agrícola del Brasil, la Región del Chaco, la Mesopotamia, y el noroeste y el centro-este de la Región Pampeana observarán precipitaciones superiores al promedio estacional.
El este de Cuyo y el oeste de la Región Pampeana experimentarán precipitaciones escasas, pero algo superiores al promedio.
En el centro y el sur de Chile y el oeste de Cuyo observarán precipitaciones abundantes y tormentas de nieve superiores al promedio estacional, con abundantes nevadas.
Los eventos de precipitaciones serán seguidos por fuertes irrupciones de aire polar, que causarán prolongados lapsos fríos, con moderado a alto riesgo de heladas invernales en gran parte de Argentina y el Uruguay, llegando hasta el sur del Brasil y, posiblemente, hasta el sur de la Región Oriental del Paraguay.
No obstante, por tratarse de masas de aire polar con alto contenido de humedad, se espera que la intensidad de las heladas no alcance un nivel capaz de causar daños de consideración.
Primavera
La circulación tropical se reactivará vigorosamente, superando su nivel medio, y aportando calor y humedad a gran parte del área agrícola.
Un amplio foco con actividad superior a lo normal se extenderá sobre el Perú, Bolivia, el NOA, el Paraguay, la mayor parte del área agrícola del Brasil, la Región del Chaco y el norte de la Mesopotamia.
Verano
La circulación tropical se mantendrá por encima de su nivel medio, y aportando calor y humedad a gran parte del área agrícola.
Un amplio foco con actividad superior a lo normal extenderá sobre el Perú, Bolivia, el NOA, el Paraguay, la mayor parte del área agrícola del Brasil, la Región del Chaco, el este de la Región Pampeana, la mayor parte de la Mesopotamia y la mayor parte del Uruguay, con precipitaciones muy abundantes y tormentas severas.
Continuará el riesgo de que se mantenga un área con escaso aporte de humedad atmosférica, que abarcará la mayor parte de Cuyo y el oeste de la Región Pampeana, que registraran precipitaciones por debajo de la media estacional, con sus menores valores sobre el sur de córdoba, la mayor parte de La Pampa y el oeste de Buenos Aires.
La influencia de los vientos polares quedará reducida a la Cordillera Sur, por lo que las entradas de aire frío se espaciarán y perderán fuerza, produciendo un ambiente caluroso, que alcanzará su máxima intensidad en las zonas que experimentarán precipitaciones inferiores a lo normal.
Conclusiones
Aunque la tendencia climática es, en general, positiva, su rumbo aún no se encuentra firme, y podría sufrir ajustes positivos o negativos.
En particular, debe tenerse en cuenta que, el fenómeno de “La Niña”, que fue uno de los principales factores que se hicieron sentir durante la campaña 2017/2018, no se disipó, sino que migró hacia el Hemisferio Norte, donde viene afectando a los cultivos de invierno en los EE. UU.
Si este fenómeno persistiera durante el verano del Hemisferio norte, ello implicaría el riesgo de que “La Niña” retorne con fuerza al Hemisferio Sur en la primavera próxima, volviendo a perturbar la marcha la campaña agrícola.
La temperatura del Atlántico es otro factor cuya evolución todavía no puede considerarse por firme.
El presente calentamiento se debe en parte a la descarga de aguas calientes aportada por los grandes ríos de la Cuenca del Plata, pero este proceso irá en disminución hasta alcanzar su mínimo valor hacia el mes de agosto, por lo que su persistencia no puede asegurarse.
Por lo tanto, aunque la tendencia actual es positiva, habrá que continuar monitoreando la evolución del clima, hasta tanto su signo e intensidad se estabilicen.
Fuente: Noticias AgroPecuarias