El Centro INTI Energías Renovables inauguró un nuevo equipo de ensayos, se trata de un simulador
de granizo para testear el desempeño de módulos fotovoltaicos y colectores solares térmicos.
La adquisición permitirá responder, principalmente, a la demanda del estudio de la vida útil de partes fundamentales en instalaciones fotovoltaicas.
El equipo fue adquirido para ensayar los módulos fotovoltaicos que se instalaron en Armstrong Santa Fe, en el marco del Proyecto de Redes Inteligentes con Energías Renovables. La inversión tuvo un costo de 66.500 euros y se importó de Alemania. Permite replicar condiciones medioambientales equivalentes a las de zonas desfavorables para los módulos, donde la caída de granizo es una variable frecuente
La máquina adquirida dispara esferas de hielo en condiciones STC (Standar Test Conditions) y su propósito es verificar si el módulo ensayado es capaz de resistir el impacto.
Esta adquisición incrementa las capacidades del INTI para poder implementar los ensayos de degradación mecánica en base a la norma internacional IEC 61215.
Para ensayar paneles fotovoltaicos, la máquina dispara piedras esféricas de hielo de 25 milímetros de diámetro, con un peso de 7,3 gramos, a una velocidad de impacto de 23 metros por segundo. La superficie testeada puede abarcar paneles de 3 por 1,8 metros.
Los requerimientos del ensayo pueden sintetizarse en: •No evidenciar daños o defectos que puedan ser identificados visualmente. •La degradación de potencia máxima no debe superar el 5%. •La aislación del módulo debe cumplir los requerimientos establecidos inicialmente.
El ensayo de impacto de granizo es uno de los más importantes respecto a la verificación del desempeño de los módulos fotovoltaicos, pero no es el único. “Estamos gestionando la compra de máquina de carga a la misma empresa para poder replicar cargas en ambas caras de los módulos, para emular fuertes vientos que podrían fracturar las celdas de silicio”, explica el ingeniero Marcos Politi, del Centro INTI Energías Renovables.
El INTI no solo se ocupa de estudios mecánicos, sino también analiza la vida útil de los módulos fotovoltaicos, estudiando la degradación de tipo eléctrica. El modelo eléctrico de las celdas de silicio presenta capacitancias entre las mismas y los marcos de aluminio. Estas capacitancias se cargan cuando los módulos son sometidos a valores de tensión elevados, en su cadena hacia los inversores CC-CA (corriente continua-corriente alterna), cuyos valores de tensión CC de entrada son cada vez más elevados, degradando el material.
Muchos fabricantes solucionan este problema colocando marcos de plástico, pero otros siguen utilizando los de aluminio, lo que produce que los módulos de los extremos de la cadena comiencen a degradarse, disminuyendo su rendimiento y haciendo caer la generación de la planta fotovoltaica. “Por ese motivo, también nos estamos volcando al estudio de PID (Potential Induced Degradation)”, agrega Politi.
La compra de la máquina de granizo se realizó a la firma alemana PSE, que provee equipos para los más reconocidos laboratorios de energía solar a nivel mundial. Este instrumental, con tecnología de última generación, es único en América Latina.