Informe FADA “El campo argentino en números”
Parrillas mundiales, obeliscos de papas, millones de mateadas. FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) lanzó su informe anual de lo que producen las cadenas agroalimentarias, este viernes 10 de agosto en “Sustentología” el Congreso de Aapresid que se desarrolló en Córdoba.
El informe registra los números del campo a la vez que traduce en datos y recursos visuales lo que significan en el desarrollo y la diaria del país. “El campo argentino en números es la foto de lo que aporta el área productiva, que en definitiva es trabajo argentino, para nosotros y el mundo”, afirma Nicolle Pisani Claro, economista de FADA.
El estudio indica que producimos carnes para las parrillas de Argentina y de 112 países más. La carne bovina creció 7,4%, la aviar en 2,9% y la porcina un 9,2%, sumando los tres tipos arroja una producción total de 5,5 millones de toneladas.
La producción de vino aumentó un 25%, y detalla que cada 20 litros de vino que consumimos los argentinos, exportamos otros 7 a más de 60 países.
Según David Miazzo, economista jefe de FADA, "la investigación demuestra que las cadenas agroalimentarias son proveedoras de tres insumos que hoy son escasos en el país pero que son clave para pensar un desarrollo a largo plazo: empleo, dólares, y federalismo.”
Según este informe, las cadenas agro generan 1 de cada 6 empleos privados, directos e indirectos, lo cual equivale al 17% del total de empleo nacional privado. Lo que visualmente se traduce en que “el campo genera empleo para 43 monumentales llenos”. Si hacemos foco en nuevos puestos creados, fueron 94.130 empleos en 2017, equivalente a que el agro hubiera generado empleos para todo Gualeguaychú.
Siguiendo con los insumos que aporta el campo, el estudio arroja que, 6 de cada 10 dólares que se exportan vienen del campo, los cuales nos permiten importar electrónica, energía y autos, entre otros.
En relación al federalismo “hay oportunidades de crecimiento y exportación en muchas de las cadenas agroalimentarias que están repartidas en todo el país, como la vitivinícola en cuyo, la ganadería bovina desde Formosa a la Patagonia, la citrícola en el Nea y Tucumán, los granos en la pampa húmeda y el norte del país, la avícola en Entre Ríos, y otras oportunidades en diversas economías regionales”, apunta Miazzo.
La investigadora Pisani Claro agrega que “incluso vale remarcar que nuestro país produce 8,5 millones de toneladas de hortalizas, legumbres y frutas a lo largo del país. Aquí podemos destacar que la Argentina produce 17 mil obeliscos de papa, lo que equivale a 2,4 millones de toneladas. Y en cuanto a frutas sobresale la producción de limón y naranja”. Ampliando la perspectiva, cabe advertir que según el Ministerio de Agroindustria nacional, cada argentino consume sólo 2 porciones de frutas y verduras, de las 5 recomendadas por día.
En la leche el alerta sigue, ya que la producción cayó en un 12%, datos inmersos en la problemática ya conocida del tambo y la industria láctea.
El informe también registra un producto presente diariamente en nuestras costumbres, describe que “nuestra yerba alcanza para 34 millones de mateadas”, ilustran desde FADA.
Otro dato significativo que arroja el informe es que “si ponemos nuestros granos en camiones, la fila daría dos vueltas y media a la Tierra”. En un año la producción fue de más de 133 millones de toneladas.
Se destaca que hay mayor producción de maíz y trigo, que además es un dato positivo a nivel de sustentabilidad porque significa una mayor rotación de cultivos y por ende, un mejor cuidado de la tierra. En el caso de la soja, la producción bajó un 7%.
“Aquí es importante tener en cuenta que mientras más aumenta la producción, se genera mayor necesidad de darle valor agregado a esa producción, lo cual genera más empleo y empuja el crecimiento de las economías regionales”, remarca la economista Pisani Claro. Por ejemplo el caso de la caña de azúcar, el maíz y la soja, no solo se vuelven alimento, sino también energía. En ese sentido arroja que “1 de cada 8 litros de nafta que cargás, es bioetanol” y uno de cada 10 litros de gasoil que cargás es biodiesel.
El informe cierra advirtiendo que tanto para solucionar las problemáticas como para explotar todo el potencial hay asuntos por resolver como los graves problemas de infraestructura, la recuperación lechera, aumento del stock, la faena y el peso en la ganadería bovina, oportunidades de seguir creciendo en la actividad porcina, etc. También la necesidad de fomentar el valor agregado en origen en todas las cadenas, desde las frutas a las bioenergías, como punto esencial del crecimiento de todo el país.
Y además enumera algunos temas a resolver hacia adentro de las propias cadenas como lo son: producir con mejores prácticas productivas, mejorar la formalidad de distintas actividades y del empleo, trabajar por el consenso de los propios actores de la cadena como parte responsable del “trabajo argentino” que nutre, sustenta y atraviesa nuestra vida diaria.