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Se cierra la cosecha de maíz, con 31 millones de toneladas


cosecha de maíz

Se están recolectando los últimos lotes tardíos, informó la Bolsa porteña. El rinde promedio supera los 60 quintales por hectárea. En una semanas comienza a implantarse el nuevo ciclo.

En el epílogo de la campaña maicera 2017/18, se confirma que la cosecha argentina del cereal llegará a las 31 millones de toneladas, según el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Se están terminando de levantar los últimos lotes en el NEA, NOA y en algunas zonas del oeste de Buenos Aires, el norte de La Pampa y la provincia de Córdoba.


“Las buenas condiciones del tiempo permitieron continuar a buen ritmo con las labores de cosecha, que se terminará en las próximas semanas. Los rendimientos se mantienen por debajo de los promedios de las campañas previas”, precisan los técnicos de la Bolsa porteña. En esta situación influye el “castigo” que recibió el cultivo durante el verano y el primer tramo del otoño por la sequía.

El informe precisa que ya se cosechó el 93,9% (unas 4,8 millones de hectáreas) de las 5,4 millones de hectáreas sembradas del ciclo 2017/18, con un rendimiento promedio de 60,3 quintales por hectárea. La superficie que no se pudo trillar es de casi 230.000 hectáreas.


Una característica de la cosecha en el norte argentino, sobre todo en el NEA, es que los rendimientos fueron muy heterogéneos. En el norte cordobés, la trilla se está terminando pero en los lotes tardíos del sur está más demorada por la elevada humedad que todavía tienen los granos.

En las próximas semanas, se comenzará a sembrar la nueva campaña, que arranca con buenas perspectivas. En primer lugar, el área sería récord y alcanzaría las 5,8 millones de hectáreas, unas 400.000 hectáreas más que el ciclo que se está terminando de trillar.


La superficie que ocupará el cultivo está más de un 30% por encima del promedio de los últimos cinco años y este escenario influyen los pronósticos de un año bajo el impacto del fenómeno de El Niño, que aumenta las precipitaciones en la región central del país y en el NEA (el maíz es un cultivo que demanda mucha agua).


Otro factor importante es que las lluvias del otoño y el invierno ayudaron a recargar de humedad los perfiles del suelo, así que el cereal comenzará su ciclo con buenas reservas.


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