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La oportunidad de hacerse careta


ganadería

El cruzamiento continuo entre dos razas, de costo cero, permite incrementar

los kilos de carne obtenidos por vaca entorada y pasar rápidamente a producir

novillos que se adapten al consumo y la exportación.

Los beneficios del cruzamiento racial fueron documentados durante años por una gran cantidad de técnicos en la Argentina y en el mundo. Sin embargo, en el país su adopción todavía es baja.


“Se trata de una estrategia probada que incorpora gratuitamente ventajas genéticas al rodeo comercial gracias al vigor híbrido o heterosis”, planteó el Med. Vet. Alfredo Witt en las XXVI Jornadas Ganaderas de Pergamino. Y agregó que con este método se logra “mejorar la eficiencia reproductiva, aumentar la venta de vaquillonas preñadas y de novillos que logran cotizaciones superiores a muchos animales de razas definidas”.


Existen distintos tipos de cruzamiento: el rotacional continuo de dos razas, o criss-cross; el rotacional continúo de tres razas; el terminal, donde la descendencia de esas dos primeras razas se aparea con una tercera; y las razas sintéticas o compuestas, que son multirraciales.


“El criador que desee mantener un rodeo estable y en crecimiento debe utilizar el programa rotacional continuo y, por la mayor simpleza de manejo, el de dos razas que sean genéticamente diferentes”, aconsejó Witt.


Para el especialista, lo primero a tener en cuenta es que “no hay magia, no se puede prescindir del proceso de selección que hacen los cabañeros; a mejores reproductores de cada raza, se obtendrá un resultado superior”. En ese sentido, explicó que “la ventaja del cruzamiento se ve ya en la primera descendencia que expresa todos los caracteres deseables de ambas razas. Además, cuanto menos emparentadas estén las mismas, el vigor híbrido se manifiesta con mayor intensidad”.

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