Efecto del adelantamiento de la fecha de siembra en el rendimiento y la calidad. Datos de ensayos de la región CREA Norte de Buenos Aires
El promedio de datos de las últimas cuatro campañas no muestran ganancias de rendimiento en cebada por el adelantamiento de la fecha de siembra, aunque esa práctica sí promovió un incremento del calibre (componente clave en la calidad comercial).
Tal es una de las conclusiones contenidas en el informe de resultados de ensayos de rendimientos y calidad comercial de cebada realizado por los CREA de la zona Norte de Buenos Aires, el cual fue coordinado por Matías Ermacora con la colaboración de Máximo Reyes y Germán Rossomano.
“Los efectos por adelanto en la fecha de siembra podrían ser superiores si los cultivos exploraran condiciones de temperatura iguales o superiores a la media, hecho que no sucedió en la etapa experimental de las últimas cuatro campañas”, señala el informe a partir de la evaluación de la fecha de siembra habitual en la zona del 15 de junio versus otra temprana del 25 de mayo.
En el ensayo realizado el año pasado la fecha de siembra temprana generó en el promedio de sitios de evaluación (Pergamino, Bragado y San Pedro) un ciclo total quince días más largo, permitiendo adelantar en seis días la cosecha.
“El adelantamiento de la floración de principios de octubre a la última semana de septiembre (no a principios), ajustando fecha de siembra, sería una herramienta factible para mejorar condiciones durante el llenado sin aumentar significativamente el riesgo a heladas y no retrasar la cosecha y posible siembra del cultivo de segunda”, remarca el informe.
Al igual que en años anteriores, en la última campaña pudieron evaluarse diferencias sanitarias importantes entre los planteos de fecha de siembra, siendo el temprano el que presentó una menor presión de enfermedades (especialmente mancha en red).
Respecto al rendimiento –tal como sucedió en campañas anteriores– en 2018 los planteos de fecha de siembra interactuaron con la localidad. En Pergamino y Bragado el adelanto en la fecha de siembra promovió un aumento promedio de 200 kg/ha, mientras que en San Pedro se registró una pérdida de rendimiento de 600 kg/ha asociado a pérdida de plantas en etapa de implantación del cultivo. La evaluación fue realizada en el marco de un convencio con Cargill.