La pérdida de eficiencia productiva observada en algunos sistemas como así también la ocurrencia de importantes mortandades, son algunos de los problemas asociados a los efectos de altas temperaturas sobre el ganado. En este contexto, la administración de la ración puede hacer su aporte y disminuir la producción de calor por parte del animal.
Las altas temperaturas afectan la nutrición, fertilidad y bienestar de rodeos bovinos destinados a carne y leche. Un animal estresado consume menos alimento y esto afecta su rendimiento. Además de las pérdidas económicas causadas por la baja eficiencia productiva, los daños pueden llegar a la muerte de los animales.
Frente a este escenario, el Servicio de Diagnóstico Veterinario (SDVE) del INTA Balcarce –Buenos Aires– alertó sobre los problemas del ganado asociados con el calor, más específicamente a lo que refiere a la alimentación y las formas en que el productor puede contribuir a paliar el estrés en los animales.
Matías Gómez Chayer, residente del SDVE del INTA, recomendó así evitar las dietas fibrosas –menos digestibles– respecto de las que contienen grano, debido a que la restricción al consumo y/o el agregado de fibra disminuyen la producción de calor del animal.
Los sistemas de engorde a corral poseen mayor predisposición a padecer los efectos del calor debido a que los animales se encuentran hacinados y, en muchas oportunidades, tienen escaso o nulo acceso a sombra para refugiarse. Para estos sistemas, el técnico del INTA sugirió “administrar entre el 30 y 40 % de la ración a la mañana y el resto a la tarde para desacoplar el pico de calor metabólico del animal con el pico de calor ambiental”.
En la medida que sea posible, también señaló la importancia de garantizar la inocuidad de la ración suministrada. “Es posible encontrar alimentos contaminados con el hongo Claviceps purpurea (“cornezuelo”) o pasturas con festucas tóxicas”, indicó Gómez Chayer y agregó: “Con esto, se pueden registrar brotes de hasta un 15 % de mortandad de los animales, debido a que afectan marcadamente la capacidad de termorregulación y acentúan el efecto negativo del calor”.
Por su parte, Laura Gastaldi, especialista del INTA Rafaela, recordó a nivel general cuando es el período de mayor impacto de calor en el rodeo. “Cuando la temperatura del ambiente supera los 25 °C y la humedad alcanza el 50%, durante períodos de tiempo prolongados (olas de calor), los animales se estresan, pierden bienestar y reducen la producción de leche”, señaló.
Agua de calidad
El agua de calidad es uno de los factores más importantes para la producción de leche. En situaciones con temperaturas elevadas, una vaca puede consumir en promedio hasta 107 litros por día; mientras que una lechera de alta producción puede ingerir hasta 140 litros por día.
En una toma de cinco minutos, un solo animal puede beber hasta 13 litros de agua. “Es imprescindible proporcionarles agua de calidad en cantidades suficientes y en lugares estratégicos, que permitan un fácil, rápido y cómodo acceso a los animales”, señaló el especialista del INTA.