La provincia de La Pampa posee una marcada estacionalidad de la oferta forrajera y es imperativo conocer cuáles son aquellas pasturas que pueden adaptarse a las condiciones de suelo y clima que tenemos. Para que la actividad ganadera, especialmente la cría, pueda elevar su productividad podemos ajustar la cadena forrajera con pasturas perennes (Agropiro, Pasto llorón, Digitaria, Panicum, etc.) que nos permiten bajar nuestros costos de alimentación y estabilizar la oferta de forraje. Panicum coloratum o Mijo perenne es una excelente herramienta, que tolera suelos pobres (erosionables) o con limitaciones de profundidad de suelo (presencia de tosca).
Pero, precisamente por esto, es que su implantación, requiere algunos cuidados. Cuando hemos realizado una siembra, generalmente esperamos ver el surco completo y que el nacimiento sea homogéneo, pero en realidad es una especie que por su naturaleza germina en pulsos; es decir, va naciendo por camadas. Por esta razón vemos los surcos incompletos. El período de germinación aunque las temperaturas sean óptimas (cercanas a 30ºC), se prolonga por un mes aproximadamente para aquellas semillas que no están dormidas, en tanto que aquellas que sí lo están irán germinando en esos “pulsos” posteriores a los dos, tres meses o incluso al año luego de haber sido sembradas. Un stand de entre cinco y ocho plantas por metro cuadrado, en el primer año, es un logro aceptable; mientras que entre 10 y 15 plantas, ya es muy buen resultado. Por lo tanto, no debemos desalentarnos cuando vemos que hay pocas plantas ya que es una especie que tiene mucha capacidad de resiembra natural y la densidad va aumentando año a año si permitimos que semille y que caiga al suelo naturalmente.
Además, hay que agregar que la semilla del Mijo perenne es muy pequeña. Por ello, es recomendable para lograr una buena implantación de la pastura, planificar la siembra con anticipación. Para limpiar el lote, principalmente de malezas gramíneas agresivas como la roseta, gramón o sorgo de Alepo, un año antes, es conveniente sembrar algún cultivo antecesor que permita utilizar herbicidas para controlarlas.
Elegir bien el lote y preparar una buena cama de siembra es clave por las características mencionadas de la semilla. Es importante destacar para la implantación, revisar unos días antes de la siembra, el funcionamiento y control de todos los componentes de la sembradora para que la maquinaria a utilizar permita regular la densidad y la profundidad de siembra. En este último aspecto, debemos prestar especial atención que la profundidad de siembra no debe superar los 5 mm. Es preferible que quede semilla sobre la superficie a que quede demasiado enterrada. Por lo tanto, poder visualizar semillas sin enterrar es señal de que estamos trabajando bien. Lotes desparejos o con muchos cascotes no serían ideales para la cama de siembra.