La producción está en suspenso en todo el mundo hasta que la situación sanitaria permita levantar la cuarentena.
Una pausa global recorre el negocio de la maquinaria agrícola y deja en suspenso la producción hasta que la cuarentena llegue a su final.
La situación que se presenta en Argentina es replicada en el resto del mundo, empezando por Brasil donde, por ejemplo, John Deere detuvo las operaciones en todas sus fábricas.
En Europa, se amplía la lista de compañías que han suspendido actividades, entre las que se cuentan Claas, AGCO, CNH Industrial, Kuhn, Manitou, JCB, Amazone y Krone.
No sólo pesan las medidas sanitarias restrictivas. También hay problemas para el abastecimiento de partes para máquinas que tienen su origen en China.
Es una situación que han podido “eludir” empresas de menor envergadura, que trabajan con otras políticas en cuanto a las piezas.
En Alemania, por caso, fábricas dedicadas a equipos para cultivos como la remolacha azucarera, no operan con el sistema just in time, sino que acostumbran a comprar por adelantado y producen para las épocas de mayor demanda.
Ahora cuentan con stocks para llegar hasta fines de abril, por lo que pueden fabricar las máquinas a tiempo.
Desacoples
En el mercado argentino, el parate encontró a la industria saliendo de Expoagro 2020, un ámbito que había expresado la reactivación en las ventas de máquinas.
Si bien actualmente todavía hay consultas online y telefónicas, las decisiones de productores y contratistas también están en cuarentena.
Aparte de las dificultades comerciales, aparecen las de carácter financiero, porque al haberse habilitado el clearing de cheques, los proveedores pueden depositar los valores que recibieron de los fabricantes.
Pero las empresas de máquinas hoy no tienen ingresos fluidos que les permitan cubrir los pagos, por lo que hay un corte en la cadena que el sector procura resolver.
Sólo el tiempo permitirá acomodar la estantería que hizo caer el virus aparecido en un remoto mercado chino.