La calidad de la semilla de soja cosechada este año luego de una serie de temporales intensos registrados en plena cosecha resultó dañada en muchas regiones agrícolas argentinas.
Un relevamiento realizado por la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (Alap) determinó a nivel nacional un promedio de prevalencia de Phomopsis en semillas de soja del 73%, mientras que la incidencia se ubicó en casi el 15%. Un año atrás esas proporciones eran de 25% y 1,0% respectivamente.
La prevalencia hace referencia al porcentaje de muestras infectadas, mientras que la incidencia es el porcentaje de semillas con presencia de patógenos sobre el total de semillas analizadas.
En lo que respecta a Cercospora kikuchii, los laboratorios también registraron un aumento interanual tanto de la prevalencia como de la incidencia, aunque con importantes variaciones entre regiones.
Por último, en Fusarium la prevalencia se mantuvo casi constante con respecto a 2023, pero la incidencia se duplicó, con zonas en la región núcleo pampeana que superan el 15% en ese indicador.
La reducción del stand de plántulas en el cultivo de soja puede ser causada por diversos factores, entre ellos semillas de baja calidad con presencia de hongos. Los patógenos más importantes que reducen la germinación son Fusarium y Phomopsis, causan la podredumbre de las semillas y el tizón de plántulas. El otro patógeno de elevada importancia es Cercospora kikuchii, que causa el tizón foliar y la mancha púrpura de la semilla.
En años como los actuales es necesario realizar análisis complementarios a los habituales para no encontrar sorpresas al momento de la siembra respecto a la calidad de la semilla de soja. Tales recomendaciones son especialmente importantes en una campaña en la que se espera un crecimiento del área de soja en desmedro de la superficie de maíz.
Valor Soja
Comments