La compraventa de tierras rurales repuntó en mayo pasado y las operaciones registradas alcanzaron el nivel más elevado de los últimos ocho meses, según informó la Cámara de Inmobiliarias Rurales (CAIR). Hace dos meses que la entidad registra un cambio en el mercado inmobiliario rural, debido en gran parte, a la firmeza en el valor de los commodities, teniendo en cuenta que el precio de la soja llegó a superar los 600 dólares por tonelada. Vale recordar que la llegada de la pandemia golpeó muy fuerte al sector, que a mediados del año pasado se vio afectado por las limitaciones para recorrer los establecimientos, los registros cerrados y la incertidumbre económica, y los precios de los campos cayeron 20%.
Sin embargo, en marzo de este año la recuperación del sector fue registrada por el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural, una medición mensual de la cámara que refleja las transacciones de tierras productivas en todo el país.
El nivel observado durante mayo representó un salto de 18,1% comparado con abril, lo cual implicó “una mejora respecto de los meses anteriores del año, con tendencia oscilante, que vuelve a niveles similares al trimestre julio-agosto-septiembre de 2020”, explica el informe.
“Esta mejora, vinculada con la mayor demanda de alquileres rurales del corriente año, tiene también una fuerte relación con la firmeza en el valor de los commodities”, señaló el relevamiento de CAIR.
En una comparación de más largo plazo, la fuerte demanda de tierras rurales sólo se ve superada por los niveles alcanzados en cuatro oportunidades durante los últimos cinco años, y si bien el índice no refleja precios, sino solamente la actividad de mercado, el documento de la cámara contempla que los recientes incrementos en las cotizaciones de los granos se habrían trasladado al mercado inmobiliario.
“Pareciera que el mercado está encontrando un nivel estable de precios de la tierra, que repercute en una mayor decisión por parte de los inversores en pasar a la acción”, evaluó la Cámara de Inmobiliarias Rurales, que agrupa a más de 200 operadoras del sector.
Desde CAIR expresaron que “en la medida que no surjan nuevas restricciones comerciales y/o señales desalentadoras, es de esperar que el primer semestre del año termine en rangos de actividad similares a los actuales”.
Valores de referencia
A modo de ejemplo, la cámara informó que mientras que una hectárea de las mejores propiedades con aptitud agrícola en la provincia de Córdoba (departamento de Marcos Juárez) cotizó en junio entre 11.000 y 15.000 dólares la hectárea, más al sur, en el departamento Roque Sáenz Peña, los valores descienden a un rango de entre 6000 y 11.500 dólares la hectárea.
En tanto, para campos con aptitud ganadera en la zona central de Córdoba, los precios varían entre los 2000 y 2500 dólares la hectárea, pero bajan considerablemente hacia el norte y el oeste provincial.
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