A pesar de la crisis que atraviesa el consumo interno, la producción de huevos pasa por un buen momento gracias a la revaloración que hizo el consumidor argentino de esta proteína y a los buenos resultados económicos favorecidos en gran medida por el bajo precio de los granos.
Desde la Cámara de Productores Integrados Avícolas (Capia) destacaron el buen nivel de abastecimiento interno, que significa un consumo equivalente a 354 huevos por persona al año, “el segundo más alto del mundo” según indicó Sebastián Invernizzi, directivo de la entidad.
La contracara de eso es la exportación. Por ese canal comercial se canaliza no más del 2% de la producción total de huevos. Es un porcentaje muy bajo para una actividad que varios años atrás llegó a colocar en los mercados internacionales cerca del 10% de la oferta.
Lo que pretenden los productores y empresarios del rubro es apuntalar las ventas en los mercados internacionales para tener una alternativa mayor de ventas, que les permita generar divisas y las posteriores inversiones para seguir creciendo. Eso además los ayudaría a no quedar a expensas únicamente del poder de compra del consumidor local.
Por ello decidieron armar un fideicomiso exportador del que participan firmas líderes como Ovoprot, liderada por Santiago Perea, que tiene amplia trayectoria en el rubro exportador, junto a otras que están dando los primeros pasos.
Invernizzi, quien coordina este consorcio, dijo a Bichos de Campo: “Esto no es una necesidad de hoy, es una necesidad que estamos advirtiendo para el mediano plazo. O sea, la actividad avícola en Argentina se ha desarrollado muchísimos en los últimos 20 años, somos el segundo país con mayor cantidad de gallinas por habitante, estamos en el segundo puesto mundial de consumo per cápita, con 354 huevos, y bueno, todos sabemos de las condiciones naturales que tiene la Argentina para transformar granos en proteína. Así que estamos viendo que más tarde o más temprano, para seguir creciendo, el sector tiene que exportar”.
Según indicó en Argentina hay unas 40 empresas que ya están exportando a 40 países, pero aclaró que ese esfuerzo se hizo siempre de forma individual y con bajos niveles de inserción en los mercados. La intención es que la unión haga a la fuerza y potenciar las ventas externas del producto.
“El sector en su conjunto está pensando que esto es una necesidad, que la cuestión ya no va a pasar por las ganas o la visión de unos pocos empresarios, sino que s una necesidad del sector. Hasta ahora se hizo un camino de aprendizaje en el que se abrieron y mantuvieron mercados, a veces perdiendo plata, para que cuando estén dadas las condiciones comerciales tengamos la eficiencia necesaria lo que es muy importante para exportar”.
Eficiencia es la palabra clave en los tiempos que corren; con las reglas económicas que va imponiendo el nuevo gobierno en diferentes rubros del sector agropecuario se habla de la necesidad de potenciar esa cuestión al interior de las empresas como así también en el funcionamiento de las cadenas de valor.
“Hay que ser súper eficiente, más en el contexto macroeconómico que se encuentra en la Argentina, hay que bajar costos, optimizar todos los recursos disponibles. Por eso generamos con diez empresas -de las cuales cinco ya exportaban y tenían gimnasia en el negocio- y otras cinco no, este consorcio”, agregó Invernizzi.
Los primeros pasos incluyeron la participación en un programa exportador de la Fundación del Banco ICBC y el trabajo junto a la Agencia nacional de inversión y Comercio Internacional, que tiene “un programa desde el que apoyan y gerencian a estos emprendimientos, además vamos a participar pronto en ferias internacionales”.
Según contó, el objetivo es recuperar al menos parte del terreno perdido y lograr colocar entre el 5% y 7% de la producción en una primera fase con la mira puesta en alcanzar en algún momento el 10% de la oferta nacional de huevos en los próximos cinco años, sin que eso implique reducir la venta en el mercado interno sino canalizando un mayor crecimiento productivo.
Bichos de Campo
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