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De productores de hacienda a industriales de la carne

Desde su campo bonaerense, hace 50 años decidieron agregar valor al ganado. Hoy con más de 20 carnicerías de marca propia y exportando desde cortes de alta calidad a cueros salados, ampliaron la planta mediante una inversión de USD3 millones. “El mercado interno tiene sus límites, por eso apuntamos a la habilitación de China y la UE para seguir creciendo”, afirma Fernando Pilotti.


Lo que hoy es una industria pujante, comenzó hace casi cinco décadas cuando dos hermanos quisieron darle una vuelta de rosca a un campo familiar. “Mis abuelos hacían agricultura y ganadería en la zona de Algarrobo (partido de Villarino, Buenos Aires), tenían animales Angus y algo de Hereford. Ahí nació y vivió mi padre, Carlos Pilotti, que junto a su hermano Néstor, decidieron dar un paso más en el negocio para darle valor agregado a la hacienda”, contó a Valor Carne Fernando Pilotti, Presidente del Frigorífico homónimo, detallando que la idea era “faenar lo que producían para venderlo en su propia carnicería”.


En 1977 consiguieron un terreno cercano, en La Adela, La Pampa, puerta de entrada de la Patagonia Sur, a donde terminarían focalizando el negocio. Con el apoyo inicial de sus padres y un crédito de promoción industrial provincial, reunieron el capital necesario para la construcción de la planta de ciclo completo, con tránsito federal, que fue inaugurada en octubre de 1980.


“En un principio se faenaban sólo animales livianos para consumo, en ese momento no pensaban en la exportación, ni lo imaginaban”, afirmó Fernando, rememorando la historia familiar. De este modo, comenzaron su expansión con carnicerías propias.


En 1982, se sumaron al emprendimiento un primo y Horacio Amigo (amigo de toda la vida) (y, lógico, los otros también son pilottis de toda la vida) y siguieron creciendo. Con este perfil societario, abrieron una red de comercios minoristas en la Patagonia administrados por la firma, en las que venden carne con marca Pilotti, y armaron la logística con camiones propios.


La nueva visión


A fines de 2002, una generación joven se hizo cargo de la operatoria. “Ya estábamos los cuatro hijos, dos mujeres y dos varones, más Rodrigo Amigo, hijo de Horacio. Los cinco seguimos trabajando juntos y desde un principio empezamos a darle una impronta exportadora al negocio. Todos teníamos la misma visión”, aseveró.


La planta de los Pilotti está en un lugar estratégico, junto al límite de la zona libre de aftosa sin vacunación, donde cuentan con la mayoría de sus 23 carnicerías y tres distribuidoras mayoristas. “La faena se hace en zona con vacunación, pero salvo un punto de venta ubicado en la ladera de La Pampa, el resto está donde no se vacuna”, apuntó.


¿Les conviene ese mercado donde la carne al público es más cara? “Sí, más o menos, hay mucho costo en procesamiento, hay que despostar la producción y enviarla sin hueso y envasada al vacío. Incluso hace 6 meses, empezamos con un producto gourmet, cortes gastronómicos que requieren otra operatoria y un packaging especial, que vendemos a clientes de puntos turísticos. Además, hay que considerar las distancias, la última carnicería está a 2.000 km del frigorífico”, subrayó Pilotti, detallando que de cualquier modo el negocio con logística propia cierra bien.


La sociedad cuenta con 14 camiones de última generación. “Todo lo que es tránsito de carne, para consumo y exportación, lo hacemos con nuestros vehículos. No dependemos del flete”, argumentó.


¿Por qué buscan avanzar en exportación? “El mercado interno no nos está permitiendo crecer en producción ni en márgenes. Sin embargo, el mundo, aunque muchas veces no paga más, sí consume más, sobre todo China. Entonces, la estrategia es no desatender el consumo, que nos dio de vivir estos últimos 45 años, pero desarrollar las ventas externas. Esa es la idea, que la exportación venga a sumar”, confió el industrial, detallando que ya desde hace años venden cortes de alta calidad a Brasil, Chile, Hong Kong, Seychelles, Senegal y Singapur.


Actualmente, la planta tiene una capacidad de faena de 10.000 cabezas mensuales, pero procesa unas 5.000, el cuello de botella está en la despostada. “Cuando empezamos el proyecto para poder exportar, agrandamos la faena, pero aún nos falta infraestructura de despostada, capacidad de frío, depósitos”, señaló Pilotti, aludiendo al plan de inversión con capital propio que llevaron adelante en los últimos tres años por unos USD3 millones.


“La semana pasada recibimos la inspección del SENASA para habilitar la planta con destino a China, aunque todavía esto no se concretó. Luego seguiremos con la Unión Europea y los Estados Unidos. Pero como hacemos todo a pulmón, no vamos a poder ampliar la despostada en esta primera etapa. El proyecto es que una vez abiertos esos mercados, con los nuevos negocios que se vayan generando, podamos seguir invirtiendo para equiparar procesos con faena”, reveló.


Para Pillotti, la integración consumo-exportación de carne es clave, pero no es la única estrategia para valorizar el animal. “Exportamos cueros salados, no son muchos los frigoríficos que hacen embarques directos de este subproducto, normalmente entregan los cueros a recuperadores y a curtiembres. Nos costó mucho evitar la barraca, la intermediación local, pero hoy estamos habilitados”, indicó. Y prosiguió: “Si bien la industria frigorífica es un negocio de centavos, el cuero también nos agrega valor si operamos directamente desde la planta a la curtiembre china”.


Productor & Industrial


El frigorífico tiene una cartera de proveedores de ganado consecuentes con la empresa: unos 15 consignatarios fuertes y 70 productores directos. Además, del 10% al 15% de la hacienda proviene de los campos propios.


“Muchos nos están vendiendo ganado desde el primer día, tanto productores como consignatarios, son cercanos a nuestras familias y amigos. Generalmente para la compra de hacienda utilizamos jaulas propias, se las mandamos al campo, algo que tampoco es común en la industria frigorífica”, comentó. El tal sentido, algunos proveedores están a 40-50 km de la planta, aunque hoy están comprando gordos hasta 400 km a la redonda. Son mayormente animales Angus y algunos Hereford de 370 a 440 kg, y algo más pesados para los mercados externos.


En cuanto a la hacienda propia, el industrial sostuvo que les permite tener un stock de seguridad en caso de faltante de oferta, feriados, paros. “También suma el hecho de lograr uniformidad en la calidad, como productores sacamos del feedlot novillos de 430-440kg, todos igualitos, muy bien terminados y lo destinamos a ciertos clientes del país y del exterior”, reveló.


Para finalizar, el empresario resaltó que el Frigorífico Pilotti es el único de La Pampa que sigue siendo de los mismos dueños desde el día que se fundó. “A pesar de las crisis económicas del país, nunca se concursó, no hubo convocatoria de acreedores. Los productores nos acompañan porque siempre cumplimos con ellos, con los consignatarios, con los empleados, con los clientes y eso se va a seguir manteniendo. Nuestra receta es la integración hacia atrás, con la producción de hacienda, y hacia adelante con las carnicerías. Eso nos genera una fortaleza importante, es nuestro respaldo. El próximo paso es acceder a los mercados más importantes del mundo”, concluyó.

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