Raúl Crucianelli, CEO de la empresa de sembradoras que lleva su apellido, relató los detalles de la decisión de adquirir la fábrica de fertilizadoras Fertec. También detalló el vínculo con Brasil, a partir de la creación de una compañía en ese país.
En el negocio de maquinaria agrícola, una de las opciones para ampliar el portfolio de productos es la compra de fábricas de otros rubros.
Un ejemplo es la firma Crucianelli, empresa líder en el mercado argentino de sembradoras, que en La Rural de Palermo presentó la reciente adquisición de Fertec, una compañía dedicada a la fabricación de fertilizadoras.
Raúl Crucianelli, CEO de la empresa con base en la localidad santafesina de Armstrong, explicó cómo se gestó esta decisión de sumar al grupo empresarial a la firma cordobesa de Marcos Juárez, anuncio que se dio a conocer el pasado mes de febrero.
Un dato a tener en cuenta es que con esta adquisición, los santafesinos ocuparán un puesto destacado a nivel nacional en dos rubros sensibles para la maquinaria agrícola, como son los segementos de siembra y fertilización.
SEMBRADORAS Y FERTILIZADORAS: CÓMO ES LA APUESTA DE CRUCIANELLI
“El año pasado empezamos a pensar que debíamos tener otra actividad que esté muy relacionada a la siembra y nos pareció que la fertilización era la materia pendiente”, sostuvo el directivo, que remarcó la importancia de reponer nutrientes en la producción agrícola.
El empresario recordó que cuando empezaron a explorar opciones, pensaron en una marca que esté consolidada en en mercado.
“Nosotros aportamos el know how, el management de nuestra red de concesionarios y un sistema de producción que pemitirá potenciar a la dos marcas”, sostuvo.
Otro valor agregado que sumará Crucianelli es su posicionamiento en mercados externos. Al igual que sus sembradores, las fertilizadoras se destinarán tanto al mercado interno como al comercio exterior. En una primera etapa, estas unidades tendrán como destino Brasil y Bulgaria.
UN BUEN AÑO PARA EL NEGOCIO DE SEMBRADORAS
El empresario también repasó la actualidad del rubro sembradoras y estimó que para este año, el mercado comercializará unas 800 unidades.
Según sus cálculos, se trata de un año “bueno a muy bueno”, para un negocio que en los últimos años registró pisos de 500 unidades y un techo de 1.100 unidades comercializadas en un año.
“Se nota la baja de la tasa y que no está ese freno que tenía el productor que no podía acceder al crédito”, acotó, en referencia a la normativa del Banco Central que penaba con tasas más caras para acceder al crédito a los productores que guardaban más del 5% del grano cosechado de soja.
Y agregó: “Eso ya pasó y destrabó unos cuantos créditos”.
En relación al comercio exterior, el directivo destacó el vínculo con Brasil. Desde hace casi una década, los santafesinos crearon Crucianelli do Brasil y si bien el negocio de la importación marchaba, faltaba un paso: adquirir el rango de empresa nacional, para poder acceder al Finame, la línea de créditos con muy baja de interés para impulsar la compra, venta y fabricación de maquinaria.
“Hoy somos brasileros, creamos una empresa que se llama ACP -siglas que sintetizan la alianza entre Crucianelli y el Grupo PIccin-, está instalada en São Carlos y ya contamos con media docena de sembradoras fabricadas”, concluyó.
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