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El campo se enfrenta a un nuevo reto con números inquietantes si no hay un golpe de timón


Los márgenes para la nueva campaña 2024/2025 de soja lucen en rojo en tierras alquiladas de la zona agrícola núcleo.


En medio de los menores precios de los granos, deprimidos en el marco de mayores cosechas previstas para los Estados Unidos, y los resultados del último ciclo en Brasil y también la Argentina, los márgenes del negocio agrícola para la campaña agrícola 2024/2025, cuya siembra comenzará el mes próximo con el maíz y en octubre con la soja, lucen con números ajustados o, directamente, en rojo, sobre todo para la producción en campos alquilados, modalidad que representa hoy en torno del 70% de la agricultura en el país. Hoy el maíz paga un 12% de retenciones y la soja un 33%, lo que agrava la situación y solo una reducción de esa presión impositiva, si no mejoran las cotizaciones, podría aliviar el panorama para los productores.


Según reportes conocidos en los últimos días de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y la consultora AZ-Group, los resultados esperados para los dos principales cultivos de lo que se conoce como la cosecha gruesa encienden una alarma de preocupación. Ocurre en un contexto donde, si bien en las capas más profundas del suelo hay reservas de humedad, se necesita en la superficie para ir proyectando la implantación. Se requieren al menos 20 a 50 mm. Por otra parte, si bien hubo insumos que bajaron, tal los fertilizantes como la urea, otros subieron, como el combustible.


Sobre la región núcleo, que comprende la producción en el sur de Santa Fe, el sudeste de Córdoba y el norte bonaerense, la BCR indicó: “En campos arrendados, que representan cerca del 70% de la producción, la soja de primera [siembra de octubre] enfrenta una rentabilidad negativa, con una pérdida de 69 dólares por hectárea. Aún más preocupante es el caso del maíz tardío [siembra de diciembre], que bajo las mismas condiciones muestra una pérdida de 138 dólares por hectárea”.


La entidad precisó que, respecto a un año atrás, la caída en la rentabilidad de la soja de primera en campos alquilados es de 26 dólares por hectárea. Se pasó de -43 dólares por hectárea a -69 dólares por hectárea. Señaló, con datos a la semana pasada, que la reducción se debe “principalmente a la evolución negativa del precio de la oleaginosa en los últimos meses, reflejada en el precio a cosecha (mayo de 2025) que se ubica en 279 dólares por tonelada, frente a los 332 dólares por tonelada de hace un año”.


En este marco, el maíz tardío, vale recordar, estuvo muy afectado el año pasado a causa de la plaga de la chicharrita. Por ese ataque, que hizo perder en torno de 11,5 millones de toneladas sobre la estimación inicial de siembra, en 2024 el área total con el cereal bajaría 1,3 millones de hectáreas, a 6,3 millones de hectáreas, según la Bolsa de Cereales de Buenos. El mayor impacto de la merma es por el temor a que se repitan ataques de chicharrita. En este cereal tardío, si bien en campo alquilado se perderían US$138 por hectárea, se trata de una pérdida inferior a la del año pasado, cuando el número era de US$337 por hectárea. Esta situación se da por una reducción del valor del alquiler en dólares por hectárea. En tanto, quienes siembren el maíz de primera en tierras alquiladas tendrían un margen positivo de 38 dólares, un número no muy holgado.


Por otra parte, la soja en campo propio, si bien presenta un margen positivo de US$288 por hectárea, se trata de un número que representa una cifra menor a los US$438 por hectárea a agosto del año pasado.


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En tanto, AZ-Group realizó comparaciones que muestran el deterioro desde el año pasado en los márgenes netos esperados en el sur de Córdoba tanto para soja como maíz. A principios de junio de 2023, para la soja en tierras alquiladas se aguardaba un margen neto positivo de 9 dólares por hectárea. A principios de junio de 2024 pasó a terreno negativo en 37 dólares por hectárea y ya para el comienzo de agosto se derrumbó todavía más: -66 dólares por hectárea.


En el caso del maíz, los 31 dólares por hectárea positivo de junio de 2023 se redujeron a 4 dólares por hectárea a principios de junio de 2024 y después se volvieron negativos en 71 dólares por hectárea en agosto.


“La campaña 2024/25 de granos gruesos se avizora muy compleja. Los márgenes netos en campos alquilados dan números negativos en varias zonas y los resultados son muy ajustados en campos propios. “Una combinación de oferta pesada, mercado bajista con poca volatilidad positiva, aumento del precio de los servicios pesificados (labores, fletes, gastos de estructura), retenciones y brecha cambiaria provocan esta situación”, dijo la consultora.


“Con precios poco favorables para la soja y el maíz 2024/25 será necesario obtener altos rindes para que los resultados superen la línea de quebranto. Esta condición puede ser una limitante en el cultivo de maíz, que no está exento de la posibilidad de ataques de chicharrita que comprometan los altos rindes que se requieren para cubrir los elevados costos de implantación y protección”, agregó.


Respecto de los rindes que deben obtener los productores para cubrir los costos, según la BCR hay que lograr, en campo alquilado, 43 quintales por hectárea en soja y 98 quintales por hectárea en maíz.


Para AZ- Group, se viene una campaña donde los productores tendrán que poner el foco en la gestión y en cuidar el capital pensando en que, si el año que viene hay novedades en torno de los derechos de exportación, pueda cambiar el escenario.


“Habrá que trabajar mucho y poner el foco en todos los procesos -productivo, comercial y financiero- para atenuar los efectos negativos de los factores externos (abundantes cosechas proyectadas, tanto en el hemisferio norte como en Brasil) y de los elementos internos (derechos de exportación, brecha cambiaria), para conservar el capital de trabajo tras la próxima cosecha y encarar la siguiente campaña, que puede ser distinta. Probablemente, según viene anunciando el Gobierno, el ciclo agrícola 2025/26 podría recibir mejor tratamiento impositivo para los granos, que son las principales vigas maestras de las exportaciones argentinas”, dijo.


La Nación

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