Con la cosecha gruesa argentina en marcha, durante marzo se aceleró la comercialización de soja 2023/2024. Esto se desprende del informe publicado ayer por la Secretaría de Agricultura de la Nación con los datos de las compras de la industria y de la exportación actualizados al 27 del mes pasado.
Con las 634.900 toneladas negociadas durante la última semana de marzo, las operaciones con soja nueva sumaron 3.263.500 toneladas en el mes y totalizaron 11.169.000 toneladas desde el inicio de la comercialización. El volumen comprometido por los productores en marzo superó en un 15,1% al de febrero, de 2.836.300 toneladas de febrero, y en un 58% al de enero, de 2.065.400 toneladas.
El volumen total negociado representa el 21,3% de los 52,50 millones de toneladas proyectados para la cosecha 2023/2024 por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) y el 22,3% de los 50 millones estimados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Sin tener en cuenta lo sucedido en 2023, cuando la sequía redujo a menos de la mitad la producción de soja argentina, el volumen de soja ya comercializado resulta un 6,9% inferior al negociado a igual momento de 2022, de 11.999.600 toneladas. Esa cifra representó el 27,3% de los 44 millones de toneladas que se recolectaron en el ciclo 2021/2022.
Como dato negativo de las cifras oficiales, el 79,5% del total de soja que ya se aseguraron la industria y la exportación (8.882.400 toneladas) fue entregado bajo la modalidad “a fijar”, por lo que sigue sin un precio firme.
Impulso medido para el maíz
Más modesto en comparación con la soja resultó el movimiento del maíz durante marzo a la luz de las cifras de Agricultura. Sin embargo, el mejor dato del mes llegó en la última semana, con 1.033.600 toneladas compradas entre la exportación y la industria. Con ellas sumó operaciones por 2.556.100 toneladas y un total de 14.794.600 toneladas desde el inicio del ciclo de comercialización 2023/2024.
El volumen comprometido por los productores en marzo superó en un 3,4% al de febrero, de 2.472.700 toneladas de febrero, pero quedó un 19,1% por debajo del de enero, de 3.161.200 toneladas.
En el caso del forrajero, el volumen total negociado representa el 26% de los 57 millones de toneladas proyectados para la cosecha por la BCR y el 27,4% de los 54 millones previstos por la BCBA. Vale destacar que ambas cifras están bajo revisión por la incidencia negativa de la chicharrita en cultivos de centro y del norte del país.
En la comparación con lo sucedido en igual momento de 2022, el volumen de maíz comercializado se ubica un 28,5% por debajo de las 20.679.200 toneladas negociadas entonces, que representaron el 40,5% de una cosecha 2021/2022 que totalizó 51 millones de toneladas.
Del total de maíz de la actual campaña comprometido por los agricultores, el 55,3% (8.184.800 toneladas) se mantiene “a fijar”, sin precio firme.
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