Luego de subas y bajas en las últimas semanas de la hacienda en pie en el Mercado de Liniers, el panorama que atraviesan los engordadores vacunos es muy preocupante. Con precios de la invernada a más de $300 (el ternero), sumado a costos con ajustes inflacionarios de manera constante y un dólar oficial que se mueve lentamente, los “feedloteros” no tienen un buen pronóstico hacia adelante. En este contexto, el presidente de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), Juan Eiras, detalló las pérdidas en la actividad: "Para la hacienda liviana se pierde por animal unos $5000, que por jaula pasan a ser $300.000. En tanto, para el animal más pesado esto aumenta hasta $10.000, que por jaula llega a más de $400.000, en pérdidas económicas".
Vale recordar que, semanas atrás, en la plaza concentradora, la hacienda en pie había tenido importantes alzas que llevaron preocupación e inquietud al Gobierno por su inminente traslado al consumidor. Sin embargo, esa tendencia fue cambiando y los valores de las últimas ruedas bajaron, provocado por una menor presión en la demanda.
Eiras describió el escenario en el que se encontraba la actividad antes de la suba. “Veníamos mal y cuando la hacienda terminada comenzó a acomodarse en valores, la invernada tuvo un nuevo salto y volvió a desestabilizarse la actividad. Nos volvieron a correr el arco. Cuando comenzábamos a tener un escenario más favorable de venta, los terneros incrementaron su valor y de $250 se pasó a más de $300 el kilo. No es un número que cierra”, aseguró.
Explicó que desde hace tiempo la actividad maneja un número muy fino que, con solo un reacomodamiento de precios para diciembre, enero y febrero próximos que lleve al kilo vivo a $300 podría mejorar la situación actual.
“Esto directamente le pega a la productividad de carne en el mediano plazo porque se va a ver una producción menor, indefectiblemente”, dijo sobre la situación actual.
En este sentido, señaló que se “está comiendo hasta el pasto de las banquinas” en cuanto al sistema de producción para sostener engordes.
“Se va hacia un sistema mixto de ralentización de la producción y de retardo del ingreso a los corrales, con una mayor recría pastoril”, dijo.
En relación a la capacidad instalada de los feedlots, señaló que se está en un 55%, un piso para la época. La entidad que Eiras preside solo mide sus asociados, que son los más profesionalizados y eficientes.
“Fuera del circuito profesional se está en el 30% y muchos están totalmente parados. Otro dato llamativo es que de los profesionalizados, el 60% está en proceso de vaciado porque no llegan a reponer la mercadería que venden”, manifestó.
Según contó, los alrededor de 220 asociados tienen una capacidad de engorde de 1.100.000 animales pero que en la actualidad no alcanzan un total de 500.000 cabezas de todas categorías, tanto consumo interno como exportación.
En cuanto a los préstamos subsidiados por el Banco Nación (tasa del 25%, con un 5% subsidiada de tasa por la cartera de Agricultura), para aumentar la producción en el engorde a corral, señaló que fueron pocos asociados que tomaron el crédito.
“Se lo planteamos al ministro de Agricultura Julián Domínguez. El tema es que necesitamos ampliar el plazo de devolución de cuatro meses (120 días) y llevarlo a un año porque no termina de cerrarse un ciclo de engorde. Asimismo, elevar el importe máximo de otorgamiento de crédito: que de $10 millones pase al menos a $25 millones por cada establecimiento. El crédito es beneficioso pero no soluciona el problema, significan solo dos jaulas de hacienda”, afirmó.
Fuente: CAF
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