En la Jornada a Campo del IPCVA en Venado Tuerto, el asesor Benjamín Scanlan describió las ventajas de una herramienta que permite conocer el valor genético de un reproductor para mejorar los rodeos según el enfoque de cada negocio.
“Si con la genética sabemos que un toro puede dar muy buenos terneros al destete o bajo peso al nacer, con la genómica eso lo podemos anticipar antes de que el toro sea padre”. Así graficó lo que significa la medición a través de la herramienta de la genómica el asesor privado Benjamín Scanlan durante su disertación en la Jornada a Campo que realizó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina en la Escuela Salesiana de Venado Tuerto.
La genómica es la predicción del desempeño de las crías de un animal basada en el ADN de ese animal. Es el método donde la información de los valores genéticos tradicionales estimados se combina con el ADN de los animales a sus resultados fenotípicos (físicos y de producción). Así la genómica permite analizar miles de marcadores ADN de un animal individualmente.
En palabras de Scanlan, “la genómica es parte de la genética. Pero se basa en lo que son los ‘marcadores’ que tiene un animal y que va a transmitir a sus crías. Son los datos físicos que tenemos y evaluamos con alta precisión”.
Con la genómica se miden características (marcadores) como largo de gestación, peso al nacer, peso al destete, leche, peso final, circunferencia escrotal, altura, espesor de grasa dorsal, espesor de grasa de cadera, área de ojo de bife, porcentaje de grasa intramuscular y porcentaje de cortes minoristas.
“Brinda un montón de herramientas para seleccionar o hacer hincapié más en una que otra dependiendo de la necesidad que se tenga ya sea según el manejo del rodeo, hacia dónde esté enfocado el negocio, o la cuestión de la adaptación al ambiente”.
En este orden advirtió que si bien “al principio el productor se puede marear un poco por la cantidad de datos que se manejar, lo importante siempre es trazar el camino hacia dónde se quiere ir porque, de allí, va a saber en qué datos debe concentrarse”.
Durante su presentación, Scanlan comentó que “la selección de reproductores se comenzó a hacer eligiendo a los animales por su fenotipo para obtener las diferencias esperadas de progenie (DEPs) tanto en machos como en hembras”.
“En cuestiones funcionales, los datos genéticos van de la mano a la selección fenotípica, pero ya no hay una mirada subjetiva sobre si un animal es mejor que otro. Hoy la obtención de resultados económicos concretos se logra con la selección a través de un programa genómico que predice cómo va a ser un animal”.
Scanlan, criador de Angus en Carmen de Areco (Provincia de Buenos Aires), dijo que al usar la genómica “lo importante es definir hacia dónde se quiere dirigir la producción” para luego “incorporar todos los datos que se pueda hacia ese fin y no ser errático año a año, así la herramienta va a ser mucho más precisa”.
En este sentido enfatizó que “hay que diferenciar entre producción en lo que es la terminación del animal en kilos de carne y la eficiencia en lo que es calidad de carne, que tiene que ver con factores como el área de ojo de bife o los rendimientos de la carcasa, éstos se pueden mejorar con la genómica”.
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