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Nuevo clon de álamo para la implantación de cortinas rompevientos

Se trata del álamo Ragonese 22 INTA, una alternativa que se destaca por la resistencia a las condiciones ambientales de la región con muy buena tasa de crecimiento y sanidad.


En los valles del norte de la Patagonia se utilizan cortinas forestales con orientación perpendicular a los vientos predominantes (provenientes del oeste y suroeste) para disminuir su velocidad y atenuar los efectos perjudiciales sobre los cultivos agrícolas y la calidad de su producción. Con el objetivo de ampliar y mejorar la disponibilidad de álamos y sauces adaptados a la Norpatagonia, profesionales del INTA evaluaron nuevos clones de estas especies forestales en la Estación Experimental Agropecuaria Alto Valle.


Al implantarse cortinas forestales se pueden utilizar clones de álamos y sauces muy bien adaptados al clima regional. Los más usados desde hace décadas son el álamo criollo (Populus nigra ‘Itálica’) y el álamo chileno (Populus nigra ‘Chile’), con porte columnar adecuado para la conformación de las cortinas rompevientos.


Esteban Thomas –profesional del INTA Alto Valle– explicó que “a partir de ensayos realizados en esa unidad, se determinó que algunos nuevos clones de álamos y sauces poseen mejores tasas de crecimiento y sanidad en comparación a los utilizados durante las últimas décadas”.


De acuerdo con lo expresado por Darío Fernández –profesional del INTA Alto Valle–, la experiencia para evaluar el comportamiento de los álamos Ragonese 22 INTA y Triplo se logró a partir de la implantación de una cortina rompevientos demostrativa en la acequia central de la chacra del INTA Alto Valle –Guerrico, Allen–.


“La cortina de una sola hilera de álamos (cortina simple) se estableció sobre el lateral sur del borde de la acequia con los árboles distanciados a 2 metros dentro de la fila. La plantación se realizó en agosto de 2021 con varillones de aproximadamente 2,5 metros de longitud, implantándolos a 70-80 centímetros de profundidad”, explicó Fernández, y agregó: “se utilizó barreta hidráulica para lograr un mejor anclaje, evitando posibles vuelcos por el viento y mejorando la absorción de agua del suelo”.


Además, especificó que se usaron varillones de Ragonese 22 INTA intercalando algunos de Triplo para comparar las tasas de crecimiento y el porte arbóreo entre estos álamos euroamericanos.


A los dos y tres años se realizaron evaluaciones de crecimiento del diámetro del tronco (DAP: diámetro a 1,30 metros de altura) de ambos clones de álamo y de la altura de la cortina.



Según las mediciones realizadas, Valeria Ponce –profesional del INTA Alto Valle- indicó que el DAP promedio en 2023 fue de 11,2 centímetros para Ragonese y 11,3 centímetros para Triplo, mientras que en 2024 el DAP para Ragonese fue de 15,7 centímetros y de 17,2 centímetros para Triplo.


El incremento medio anual del DAP (IMA DAP) a los 3 años (2024) fue de 5,2 centímetros para Ragonese y 5,7 centímetros para Triplo. Asimismo, Ponce señaló que “la altura total promedio de la cortina a los 3 años fue de 14,1 metros, con algunos individuos de Ragonese que lograron 14,8 metros de altura”.


Si bien el incremento en diámetro del Triplo fue algo superior al del Ragonese, el crecimiento inicial de ambos fue muy significativo. “La diferencia más importante se encontró en la forma de la copa (porte arbóreo), por ello el Ragonese es la mejor opción para las cortinas rompevientos por su copa de forma estrecha similar al Blanc de Garonne, el clon mayormente recomendado en la actualidad”, comentó Thomas.


Las evaluaciones sobre la adaptabilidad y crecimiento de nuevos clones de álamos y sauces son herramientas para la toma de decisiones, debido a que permiten recomendar aquellos que mejor se adaptan a las características de cada sitio para proteger diferentes cultivos frutícolas, vitícolas, hortícolas y forrajeros.

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