Luego de un semestre complicado para la producción porcina en Argentina, con pérdidas significativas, el cuarto trimestre de 2024 muestra una recuperación en los márgenes de ganancia, impulsada principalmente por la subida en el precio del capón y la estabilización de los costos de alimentación. La localización de las granjas y su eficiencia productiva resultan factores claves en los resultados económicos de cada establecimiento.
El informe publicado por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) ofrece un análisis detallado de la evolución económica de las granjas porcinas en 2024. La producción intensiva de cerdos sufrió una caída importante en sus márgenes netos de explotación en el primer semestre, con pérdidas que alcanzaron los $300 por kilo producido en junio, el peor registro en ocho años. Sin embargo, en los últimos meses, esta tendencia comenzó a revertirse, y los márgenes volvieron a ser positivos, con ganancias que oscilaron entre $172 y $251 por kilo producido en septiembre.
Evolución de los Ingresos y Costos en 2024
El colapso en los márgenes durante el primer semestre se debe a una brusca caída en el precio del capón, que descendió un 55% en términos reales de diciembre de 2023 a junio de 2024. Aunque los costos también disminuyeron, esta reducción no fue proporcional al desplome de los ingresos. La recomposición del precio del capón, que subió casi un 40% real entre junio y septiembre, junto a costos estables en alimentación, permitió una recuperación en el cuarto trimestre.
El costo de alimentación, que constituye entre el 60 y 70% del gasto total de las granjas, experimentó una disminución significativa, lo que ayudó a mejorar la rentabilidad. En septiembre, el precio del capón alcanzó los $1.635 por kilo, aún un 6% por debajo de la media histórica, pero significativamente mejor en comparación con los valores bajos de principios de año.
Impacto de la Localización en los Costos y Márgenes
La distancia de las granjas respecto a los puertos de Rosario, donde se fijan los precios de materias primas como el maíz y la soja, influye considerablemente en los costos. Las granjas más alejadas, como las situadas en Malena (450 km de Rosario), disfrutan de un descuento en los precios de las materias primas que reduce sus costos de alimentación. Así, una granja en Malena tuvo un costo de $1.541 por kilo en 2024, comparado con $1.576 en Marcos Juárez y $1.612 en Rosario, ubicaciones más cercanas al puerto. Esta diferencia de costos se tradujo en márgenes más favorables para las granjas alejadas.
Eficiencia Productiva y sus Efectos en la Rentabilidad
El informe detalla tres niveles de eficiencia en las granjas: baja, media y alta, definidos por la conversión alimenticia y productividad por madre. Las granjas con eficiencia alta (2,5 kg de alimento por kg de capón producido y 4.116 kg por madre al año) lograron márgenes positivos incluso durante los peores meses del año, mientras que las de eficiencia baja (3,1 kg de alimento por kg de capón producido y 2.563 kg por madre al año) solo alcanzaron números positivos en enero y septiembre. Esto destaca la importancia de la eficiencia en la rentabilidad, especialmente en contextos de precios fluctuantes.
Variación de Márgenes Según Escenarios de Costos de Granos
Además de la ubicación, el precio de los granos también es un factor que puede variar independientemente de la distancia al puerto. Se analizaron escenarios donde las granjas pagaron precios de granos un 10% y un 20% superiores a los de paridad Rosario, así como un caso con precios 10% por debajo de la paridad. Las granjas que pagaron precios más altos vieron una disminución en sus márgenes netos, mientras que aquellas con precios más bajos experimentaron una mejora significativa en su rentabilidad.
El análisis del IERAL muestra cómo, después de un período de fuertes pérdidas, la producción porcina en Argentina empieza a estabilizarse y retomar el camino hacia la rentabilidad. Los márgenes positivos alcanzados en el cuarto trimestre demuestran la resiliencia del sector, aunque los desafíos persisten. La distancia de los puertos, la eficiencia en la producción y el control de costos se perfilan como factores determinantes para la rentabilidad de las granjas porcinas en el contexto actual.
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